En Rentokil somos líderes en el control de plagas y esa es la energía que mueve nuestro motor. Pero hay mucho más alrededor de eso, una filosofía completa que defiende el bienestar de las personas, su entorno y en línea con esta idea buscamos soluciones alineadas con el respeto por el medio ambiente.
En el post de hoy os vamos a hablar de uno de los tratamientos más novedosos con los que contamos en la actualidad que, además, tiene grandes ventajas en cuanto a su impacto medioambiental: la burbuja térmica. Pensaréis que decirlo es fácil y que el movimiento se demuestra andando, así que lo mejor va a ser que os contemos el porqué y el cómo de este tratamiento.
En qué consiste y cómo funciona
La burbuja es una cámara portátil de “fumigación” pero en vez de gases se utiliza irradiación de calor. Los objetos se introducen en la estructura y se exponen a temperaturas de entre 550 C y 570 C. La exposición prolongada a estas temperaturas elimina a los insectos en todas sus fases, incluidos los huevos, garantizando por completo la eliminación de la plaga.
Es un sistema muy eficaz y respetuoso con el medio ambiente que evita el uso de biocidas y consume lo mismo que un electrodoméstico convencional. Su tecnología la convierte en una solución recomendada para la desinsectación de elementos sensibles y delicados: esa colección de libros que tanto amas o el cabecero de cama estilo Luis XV que la abuela te dejó en herencia y está plagado de carcoma.
La radiación infrarroja afecta directamente a las moléculas de proteínas de los insectos, provocando su calentamiento progresivo y desecación final.
Para que lo entendamos, lo mismo que ocurre con el microondas, que no calienta el recipiente, sucede aquí. La radiación infrarroja afecta a los seres vivos porque son los que alcanzan más temperatura. Como su masa es muy pequeña comparada con “el recipiente” estos apenas transfieren calor por “conducción” a los objetos tratados.
Resultado: Insecto 0 – Mueble 1.
Por qué es única y exclusiva
Está configurada con un tejido flexible basado en la nanotecnología. Gracias a esta ciencia se pueden fabricar materiales y máquinas a partir del reordenamiento de átomos y moléculas. Los resultados son materiales, aparatos y sistemas novedosos poco costosos con propiedades únicas.
A la hora de su uso tiene muchas ventajas: es portátil, ligera (pesa 26 kg), flexible y se conecta a un enchufe normal.
Dentro de la cámara se pueden alcanzar temperaturas superiores a los 55 grados centígrados, pero no deteriora los muebles o materiales que se encuentren dentro. Un dato sorprendente es que es apta incluso para electrodomésticos… sí, tu tele estará a salvo de las plagas gracias a esta pequeña-gran burbuja.
Qué ventajas tiene frente a otros tratamientos
- Es fiable y segura.
- Garantiza la eliminación del insecto en todas sus fases, incluidas las de huevo y pupa.
- Es un sistema de eliminación de plagas amigable con el medio ambiente. No es tóxico ni se utilizan biocidas. Reduce la huella de carbono (emite menos CO2) y su consumo energético equivale al de una vitrocerámica.
- Se pueden introducir electrodomésticos como una televisión o un ordenador durante el tratamiento, salvo que se indique lo contrario en las instrucciones del aparato.
- La radiación como tal no va a dañar ni pinturas, barnices, resinas o colas utilizadas en mobiliario normal. El efecto es el mismo que tener este tipo de objetos al sol, obviamente, salvando la diferencia de potencia… Si se trata de obras de arte u objetos con un valor específico o que haya que tratar con especial delicadeza, sería necesario comprobar si las pinturas utilizadas pueden soportar el tratamiento.
- Se podrá disponer de la habitación y los muebles inmediatamente después del tratamiento sin plazos de seguridad.
- Sólo se necesita un tratamiento para eliminar la plaga.
Contra qué plagas es útil y en qué espacios
Chinches, xilófagos, escarabajos textiles y otros son las plagas objetivo de este sistema.
Se usa dentro de las habitaciones de hogares, hoteles, residencias… y en objetos como alfombras, tapices, sofás, colecciones de flores secas, animales disecados, muebles, colecciones de insectos, bibliotecas…
Ejemplos de éxito. Ver para creer
Castillo Torre de los Varona: se utilizó la burbuja para una plaga de carcoma que estaba devorando la tarima y parte del mobiliario del castillo alavés Torre de los Varona, una edificación perteneciente a Los Varona desde el siglo XV incluida en el catálogo de Patrimonio Nacional. La Diputación Foral de Álava adjudicó a Rentokil el tratamiento.
Tenemos muchos casos más de éxito con este tratamiento, ¿te los contamos? ¡Contáctanos!
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