A todos nos cuesta imaginar la Puerta del Sol, la Plaza Cataluña o la Plaza de España de Sevilla sin el revoloteo de centenares de palomas entre personas y críos jugando con ellas. Pero de ser un elemento que ofrecía un paisaje idílico en nuestras ciudades, las palomas han pasado a convertirse en un grave problema de salud por su capacidad invasora, así como un riesgo para el patrimonio arquitectónico. Estas aves forman parte de la biodiversidad de las ciudades, pero cuando su densidad aumenta de forma desproporcionada, generan problemas en varios ámbitos.
La reproducción masiva de esta especie ha convertido al símbolo mensajero de la paz en un transmisor de más de 40 enfermedades infecciosas que se transmiten a los humanos a partir del contacto directo con las palomas o mediante la inhalación de sus excrementos en forma de polvo microscópico. Las dolencias más comunes que provocan son psitacosis (enfermedad infecciosa similar a la neumonía), gastroenteritis, salmonelosis, criptococosis (infección pulmonar) y, en determinadas ocasiones, casos de gripe aviar. Todas ellas provocan en los humanos cuadros de fiebre, diarreas, náuseas, vómitos, dolores abdominales y alergias. Asimismo, las palomas urbanas son portadoras de alrededor de 50 parásitos como garrapatas, piojos, ácaros, o sarna.
Al problema de salud, hay que añadir el impacto sobre el patrimonio arquitectónico. La superpoblación de palomas en el entorno urbano está produciendo cuantiosas alteraciones estéticas y el deterioro de importantes edificios, además del quebranto del mobiliario urbano. Hay que tener en cuenta que las heces de una paloma -puede llegar a los 15 kilos al año por ave- son altamente corrosivas y muchas contienen simientes que terminan brotando en las fachadas de edificios históricos y protegidos, provocando daños y afeando su aspecto. Ambos aspectos provocan un perjuicio económico que, cada año, se eleva a millones de euros.
Un problema que data de 1950
Históricamente, las palomas anidaban en los acantilados y en zonas rocosas de montaña, pero a partir de mediados del siglo pasado, comenzaron a establecerse en las ciudades que empezaban a ser cada vez más grandes y les ofrecían distintas facilidades. Con este cambio de hábitat consiguieron tres objetivos: deshacerse del peligro que suponían depredadores como halcones y águilas; disponer de múltiples edificios que les proporcionaban excelentes lugares para anidar y, por último, conseguir comida de manera fácil y abundante.
Los expertos señalan que la media tolerable de densidad está entre 300 y 400 palomas/km2 y que, si se supera este número, es necesario establecer estrictas medidas para controlar su población. La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental ya ha solicitado medidas urgentes que contribuyan a controlar esta especie, ya que hay que tener en cuenta que no tienen predadores alrededor, pueden comer de todo, además de que se reproducen durante cualquier estación y muy rápidamente.
Una de las medidas más eficaces para atajar el problema de la superpoblación es prohibir su alimentación, aunque son pocas las ciudades que lo aplican en sus ordenanzas municipales. Pero para conseguir esto es necesario ofrecer más información a los ciudadanos para que sepan la realidad del problema y comiencen a tomar conciencia. Aunque parezca fácil, es un tema delicado pues las palomas tienen un gran arraigo social a diferencia de otras especies como los roedores o insectos.
Además, otras medidas necesarias para el control de su censo es asegurar siempre que los contenedores de basura estén bien cerrados y no dejar bolsas de basuras o alimentos a la intemperie. En aconsejable que se realice una vigilancia periódica y una correcta conservación de los edificios para evitar que a través de cualquier hueco las palomas puedan encontrar una vía de entrada y anidar en los tejados.
En cualquier caso, se debe siempre intentar mantener un equilibrio entre las necesarias medidas para mantener bajo control la población de palomas y la forma de llevar a cabo dicho control con objeto de respetar los derechos animales, por una parte, y obtener el mayor consenso entre los diferentes agentes sociales por otra.
Métodos profesionales para detener el problema de las palomas
Como hemos visto, la forma más idónea para evitar la superpoblación de las palomas en el ámbito urbano es retirarles su fuente de alimento. Pero, si el problema alcanza unas dimensiones mayores, es necesario contar con la ayuda de los profesionales. En este sentido, desde Rentokil Initial disponemos de un equipo especializado en control de aves que analiza detenidamente las características de la instalación y el grado de infestación.
Tras dicho estudio, proponemos al cliente desarrollar el método más idóneo e iniciar el trabajo de tratamiento y protección. Entre los métodos más utilizados se encuentran las redes antipalomas, el sistema electrostático, las púas antiposamiento o la cetrería.
1.- Las redes de protección contra aves permiten cubrir grandes superficies (fachadas, plazas, calles, azoteas, etc.) y son un método de control seguro y económico. Las aves son bloqueadas inmediatamente por la red y no tienen posibilidad de enredarse en ella.
2.- Las púas antiposamiento es la posibilidad más económica para proteger edificios. Mediante puntas romas de acero inoxidable, se cubre la zona elegida para ahuyentar las palomas.
3.- El sistema electrostático; al entrar las palomas en contacto con el sistema, reciben un impulso eléctrico inocuo que romper su querencia por posarse en esa zona. El sistema consta de una serie varillas paralelas de acero inoxidable que se instalan sobre las superficies a proteger, estás varillas están conectadas a un generador de impulsos que alimenta a todo el sistema.
4.- La cetrería es el método más antiguo, natural y ecológico para mantener alejadas a las aves de una zona determinada. Requiere de expertos y de una amplia gama de aves rapaces (halcones, águilas y lechuzas) para desarrollar la técnica de alejamiento.
Los técnicos expertos de Rentokil Initial entienden a la perfección el comportamiento de las palomas y otras especies de aves y pueden actuar cuanto antes para impedir sus efectos nocivos en los entornos urbanos. No dudes en contactarnos.
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