No hay duda, los principales enemigos de cualquier empresa son los roedores. Y no importan que sean empresas de almacenamiento de productos, grandes almacenes, unas instalaciones de hostelería o unos juzgados, los roedores son capaces de colarse por cualquier resquicio y convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para quien los sufre.
Los ratones, intrépidos buscadores de alimento no le hacen ascos al negocio, ya que pueden meterse sin permiso en lugares donde pueda encontrar fácilmente comida, pero tampoco ponen demasiadas pegas a los cables, telas o materiales de aislamiento. Las soluciones son múltiples, adaptables a todos los negocios y presupuestos.
Además, hoy en día miramos con lupa todos y cada uno de los gastos que tenemos a diario. Las empresas no son menos y, muchas, deciden que la opción más económica es la del recorte de presupuesto. Quitamos de aquí, quitamos de allá. Y, por desgracia, las medidas de higiene pueden caer en el saco del ahorro. Sin embargo, no caemos en la cuenta de que la prevención es la mejor inversión que podemos hacer y, por ello, más vale poner medidas a tiempo que tener que poner todo “patas arriba” en busca de un pequeño y molesto vecino.
Existen muchísimas formas de poner barrera a la presencia de los roedores y, empezando por la más básica y también económica, los repelentes de roedores. Mediante el taponado de las rutas de entrada con burletes o el rellenado de huecos para cerrar posibles entradas con productos como el nylon, acero galvanizado o aluminio evitaremos el acceso a roedores donde no deben. Pero hay que saber hacerlo bien. Cementar un hueco evidente no blinda nuestras instalaciones, ya que pueden existir múltiples resquicios donde un diminuto ser puede colarse ávidamente sin que consigamos averiguar dónde se encuentra a simple vista.
En casos así, mejor contar con la labor de un experto en el control de plagas. Alguien que conozca al dedillo cuál es el comportamiento de los roedores y tenga la solución en sus manos. Algo tan simple como encontrar puntos de acceso ocultos y su protección no solo nos ahorrará en futuras acciones mayores, sino que evitará también el uso de plaguicidas en sus instalaciones.
Escribe un comentario